Todo indica que el siguiente artículo no está escrito por la Presidenta de TMB, ya que la nota de prensa que hizo la Dirección hace dos semanas es calcado al citado artículo. Con lo que cobra, lo mínimo era que se escribiera ella misma lo que firma ¿no?
Puedes ver la nota de prensa en:
http://comitedescansos.blogspot.com/2009/05/dels-2-dies-de-descans-la-creacio-de.html
"Sindicalismo irresponsable
Pese a llevar un año de negociaciones, TMB y los conductores de autobús siguen sin firmar el convenio que pondría paz en el sector. La empresa pública acusa a los sindicatos de obstaculizar el acuerdo.
Puedes ver la nota de prensa en:
http://comitedescansos.blogspot.com/2009/05/dels-2-dies-de-descans-la-creacio-de.html
"Sindicalismo irresponsable
Pese a llevar un año de negociaciones, TMB y los conductores de autobús siguen sin firmar el convenio que pondría paz en el sector. La empresa pública acusa a los sindicatos de obstaculizar el acuerdo.
• El convenio de TMB que las centrales rechazan es justo
Assumpta Escarp, Presidenta de TMB
La ciudadanía de Barcelona y su área metropolitana no nos merecemos que los representantes sindicales de los trabajadores de Autobuses de TMB sigan retrasando caprichosamente la firma de un convenio justo que significaría el logro de importantes mejoras laborales y un aumento de los descansos para el conjunto de la plantilla. Son tiempos de apretarse el cinturón, y tenemos numerosos ejemplos de ello. Sin ir más lejos, cada día vemos muestras de responsabilidad sindical. Pero, mientras la mayoría de trabajadores luchan por mantener su puesto de trabajo y contribuyen con su esfuerzo a que las firmas para las que trabajan puedan superar la crisis económica y salir adelante, otros ponen obstáculos a la marcha de las suyas.
Mientras los trabajadores de algunas empresas deciden congelarse los salarios para contribuir a la competitividad de sus empresas y garantizar su ocupación, otras acuden a la mesa de negociación con exigencias económicas desorbitadas como por ejemplo una 17ª paga extra, un aumento de 1.700 euros anuales por persona y una reducción de 150 horas en la jornada anual, que supondrían disparar un 40% los costes de personal.
MIENTRAS millones de personas se han visto abocadas al paro y buscan un trabajo que les permita ganarse la vida con dignidad, otras rechazan un convenio que garantizaría la estabilidad de la plantilla actual y permitiría crear un mínimo de 350 puestos de trabajo en los próximos años.
Mientras la mayoría de personas aportan su talento y creatividad para potenciar su empresa, otras boicotean sus actividades públicas e intentan dañar su reputación corporativa.
No es justo. No es justo que determinados líderes sindicales, amparados en la seguridad laboral que les da el trabajar en una empresa pública, se permitan exigir unas reivindicaciones tan irresponsables e insolidarias con el conjunto de la sociedad en estos momentos de dificultades económicas en todo el mundo.
Esta es la paradoja con que nos encontramos en TMB desde que el sector sindical que desencadenó el conflicto vivido entre el 2007 y el 2008 se ha erigido en mayoritario y se ve prisionero de su propio maximalismo. La estrategia de estos sindicatos consiste ahora en dilatar la negociación con el fin de buscar un momento más propicio para provocar un nuevo conflicto, quizá en la proximidad de una cita electoral, y volver a utilizar a los usuarios como rehenes. Por eso han orquestado una campaña de boicots y propaganda, coincidiendo con el periodo previo a las elecciones europeas, tergiversando la realidad y haciendo creer que luchan por crear "500 puestos de trabajo", cuando su objetivo es puramente económico.
TMB ha defendido la mejora de las condiciones laborales. Siempre lo ha hecho. Por eso estamos poniendo sobre la mesa una reducción de la jornada anual y a la vez la creación de 350 nuevos puestos de trabajo, cuando cada día se destruyen mil en Catalunya.
PERO, PARA satisfacer las desmedidas demandas de los trabajadores, no podemos desproteger a los ciudadanos. Somos una empresa pública y tenemos la obligación de gestionar el dinero público con responsabilidad y rigor. No aceptaremos pactar a costa del bolsillo de los contribuyentes. No aceptaremos la estrategia de sindicalistas de megáfono y gritos para imponer planteamientos maximalistas. Esperamos una respuesta socialmente responsable, de colectividad y de planteamientos razonables, para poder llegar a un acuerdo beneficioso para los que trabajan en el transporte público y que a la vez garantice un servicio de calidad."
Mientras los trabajadores de algunas empresas deciden congelarse los salarios para contribuir a la competitividad de sus empresas y garantizar su ocupación, otras acuden a la mesa de negociación con exigencias económicas desorbitadas como por ejemplo una 17ª paga extra, un aumento de 1.700 euros anuales por persona y una reducción de 150 horas en la jornada anual, que supondrían disparar un 40% los costes de personal.
MIENTRAS millones de personas se han visto abocadas al paro y buscan un trabajo que les permita ganarse la vida con dignidad, otras rechazan un convenio que garantizaría la estabilidad de la plantilla actual y permitiría crear un mínimo de 350 puestos de trabajo en los próximos años.
Mientras la mayoría de personas aportan su talento y creatividad para potenciar su empresa, otras boicotean sus actividades públicas e intentan dañar su reputación corporativa.
No es justo. No es justo que determinados líderes sindicales, amparados en la seguridad laboral que les da el trabajar en una empresa pública, se permitan exigir unas reivindicaciones tan irresponsables e insolidarias con el conjunto de la sociedad en estos momentos de dificultades económicas en todo el mundo.
Esta es la paradoja con que nos encontramos en TMB desde que el sector sindical que desencadenó el conflicto vivido entre el 2007 y el 2008 se ha erigido en mayoritario y se ve prisionero de su propio maximalismo. La estrategia de estos sindicatos consiste ahora en dilatar la negociación con el fin de buscar un momento más propicio para provocar un nuevo conflicto, quizá en la proximidad de una cita electoral, y volver a utilizar a los usuarios como rehenes. Por eso han orquestado una campaña de boicots y propaganda, coincidiendo con el periodo previo a las elecciones europeas, tergiversando la realidad y haciendo creer que luchan por crear "500 puestos de trabajo", cuando su objetivo es puramente económico.
TMB ha defendido la mejora de las condiciones laborales. Siempre lo ha hecho. Por eso estamos poniendo sobre la mesa una reducción de la jornada anual y a la vez la creación de 350 nuevos puestos de trabajo, cuando cada día se destruyen mil en Catalunya.
PERO, PARA satisfacer las desmedidas demandas de los trabajadores, no podemos desproteger a los ciudadanos. Somos una empresa pública y tenemos la obligación de gestionar el dinero público con responsabilidad y rigor. No aceptaremos pactar a costa del bolsillo de los contribuyentes. No aceptaremos la estrategia de sindicalistas de megáfono y gritos para imponer planteamientos maximalistas. Esperamos una respuesta socialmente responsable, de colectividad y de planteamientos razonables, para poder llegar a un acuerdo beneficioso para los que trabajan en el transporte público y que a la vez garantice un servicio de calidad."
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