Este mediodía, a las doce, doscientas personas se concentraban frente a la Delegación de la Generalitat de Catalunya en el nº 44 de la madrileña calle de Alcalá para mostrar su solidaridad con la lucha de los conductores y conductoras de TMB por conseguir dos días de descanso semanales y pedir la rápida solución del conflicto y la retirada de los expedientes abiertos.Convocados por diferentes organizaciones sindicales, los concentrados desplegaron cuatro grandes pancartas con lemas alusivos a la lucha de los conductores de autobuses.
En el ecuador del acto fue leido el manifiesto y, justo después, una delegación de los trabajadores entró en el edificio para hacer entrega de una carta dirigida a Mar Serna, Delegada de Treball de la Generalitat de Catalunya.Para cerrar el acto, que ha durado alrededor de una hora, han intervenido un representante de la Plataforma Sindical de la EMT, que ha reiterado la solidaridad con los compañeros de TMB y ha denunciado la creciente represión de este tipo de movilizaciones por todo el Estado, identificándolo con un intento de acabar con los movimientos alternativos.
Los conductores han decidido seguir con la huelga, anunciando que empezarán el día 3 y terminarán el 7. Después de este día, de manera indefinida, continuará todos los jueves hasta conseguir los dos días de descanso semanales. Mercader comentaba que probablemente esta huelga coincidirá con la de la EMT, "serán luchas paralelas". Según el presidente del Comité de Empresa, "todas las luchas que hay hoy en día son las mismas: tenemos represión laboral y represión policial, y con ambas tenemos que acabar".
Mercader ha destacado que dicha represión, haciendo especial hincapié en los golpes y lesiones a trabajadores por parte de los Mossos d’Esquadra, se producen "por pedir algo tan sencillo como dos días de descanso por semana".
El compañero ha terminado su intervención agradeciendo la solidaridad demostrada en esta acción. "Esto lo tendremos en cuenta en Barcelona", ha concluido.
Las intervenciones de los compañeros han sido saludadas por gritos como "Todos somos de la TMB" o "Viva la lucha de la clase obrera". El acto ha sido cerrado al estilo de Barcelona: con petardazo final.
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