"Soy conductor de TMB, miembro del comité de descansos y uno de los representantes de los trabajadores en las negociaciones con la empresa. Quiero decirle que su periódico no lleva razón cuando nos tacha de radicales.Nuestro único pecado, que reconocemos con orgullo, es la firmeza en la defensa de los dos días de descanso semanal, una reivindicación tan justa como necesaria. ¿No tenemos acaso derecho a descansar y a conciliar la vida laboral y la familiar como los demás trabajadores? ¿No tienen los usuarios derecho a un transporte público seguro, cosa imposible si los conductores y conductoras no tenemos el descanso adecuado? Aquí el único radical ha sido la empresa, que se negó hasta el final a abrir la mano de la negociación. Y cuando tuvo que hacerlo, ¡ustedes la acusan de flagrante debilidad!
Uno de los aspectos que más ha molestado a su periódico es el sindicalismo que practicamos en TMB, que descalifican como "anarquista y radical". Quería decirle que sólo nos hemos limitado a recuperar la mejor tradición del movimiento obrero, la de la lucha y la democracia obrera. Aquella en la que manda la asamblea de trabajadores y donde no hay liberados ni rebajados que negocien por nosotros a nuestras espaldas. No hay otra manera, por lo demás, de mantenernos unidos. Algunos sindicalistas olvidaron esta lección para acabar convertidos en socios de la patronal. Con su pan se lo coman."
FAUSTINO MONDRAGÓN / Conductor de TMB y miembro del comité de descansos
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